martes, 23 de noviembre de 2010

San Diego: La combinación perfecta

“Este barrio tiene esa mezcla necesaria para vivir tranquila y además rodeada de cultura”, así relata Matías Silva su vida en el sector de San Diego. Arrendataria de uno de los departamentos más nuevos en el barrio, esta estudiante universitaria eligió asentarse en el sector porque encontró el equilibrio perfecto entre sus clases de arte en el Parque Almagro y la cercanía con el centro de Santiago.

Así Matías es uno de los nuevos habitantes que llegaron a San Diego durante los últimos años. Que el centro esté a solo unas cuadras y que las calles perpendiculares a San Diego tengan salida a la carretera en algunos minutos, son algunas de las principales virtudes que las personas le ven al barrio, especialmente aquellos que trabajan en el barrio cívico de la capital. Es por esto y mucho más que el barrio es único en el sector.
Pero, sin duda, alguna una de las mayores atracciones de San Diego es esa combinación entre lo antiguo y lo moderno. El parque Almagro es el lugar que tienen las familias para disfrutar un día con la naturaleza. Rodeado de numerosos árboles - especialmente los alérgicos plátanos orientales - dan la sombra necesaria para un día con calor. Complementando este paisaje, las piletas cumplen el rol de hacer creer a los jóvenes que la temperatura no es tan alta como ellos creen.

Terminando el parque está la Iglesia de los Sacramentinos. Construida en 1911 por el arquitecto Ricardo Larraín Bravo es una de los templos más grandes del país siendo también nombrada Monumento Nacional el año 1991 .Con distintas comunidades como el Catecismo , Círculo Social Sacramentino y Grupo de Adultos Mayores Las Camelias ,entre otros, son los que le dan vida a esta Basílica .

Los Juegos Diana, el Teatro Caupolicán y el Normadie vienen a engrosar la enorme lista de actividades culturales y de entretención que tiene San Diego diariamente. La venta de libros también tiene un espacio importante en el barrio. Desde la Alameda hasta Santa Isabel se pueden observar más de un centenar de locales dedicados a la venta de todo tipo de literatura. El recorrido por cada una de ellas, se está transformando día a día en uno de los mejores panoramas para la familia.


Y en pos de la llegada de la familia a San Diego, las inmobiliarias decidieron construir grandes edificios en el revalorado suelo de barrio. Estos nuevos proyectos hicieron que la relación entre el lado cultural de barrio y el aspecto habitacional sea más que sustentable. El Arquitecto Cristian Fuenzalida de la empresa RVC, una de las más activas en el barrio, comenta que ellos como constructora “están posicionada fuertemente en el mercado C2-C3, sector muy demandante en esta zona” , por lo que para ellos es muy buen negocio económicamente hablando construir en el barrio.

Contando la calle San Diego y sus alrededores se cuentan alrededor de una veintena que edificios habitacionales, los cuales en promedio bordean los 15 pisos. Según datos de la municipalidad de Santiago, en 1950 los estándares de habitalidad en el barrio eran de 200 a 800 habitantes en los edificios de 1 a 3 pisos en cambio ahora bordean los 10.161 en las edificaciones de 6 a 25 pisos.

Es por este mismo aumento que la Municipalidad de Santiago decidió congelar la normativa de construcción durante un periodo de tiempo, todavía no definido. Con el fin de evitar una avalancha de anteproyectos, mejorar ciertas condiciones como el asoleamiento, paisaje, destino residencial familiar y volver a valorar el patrimonio histórico-arquitectónico existente en el barrio, es lo que llevó a la Municipalidad a replantear la actual normativa de construcción.

El caso del congelamiento de la norma corresponde al cuadrante Alameda B. O´Higgins, 10 de Julio, V. Mackenna y Bascuñán Guerrero. Dentro de este cuadrante está el tramo en que San Diego, probablemente, tenga su mayor desarrollo durante el último tiempo.

El constructor civil, Luis Pastrian, al ser consultado por este congelamiento afirma que, si bien la normativa anterior era muy permisiva, este intento por controlar este efecto es exagerado. Asimismo al revisar punto por punto la actual normativa, el profesional confirma que “es muy probable que el desarrollo inmobiliario del sector se estanque durante los próximos meses llevando consigo una depreciación en el valor del suelo”.

Redescubriendo el sector, muchos de sus habitantes dejan en claro que San Diego es lejos uno de los mejores barrios del centro de Santiago. Cultura, entretención y tranquilidad están de la mano para así en conjunto construir un nuevo barrio. Ese barrio del futuro, en el cual el equilibrio entre la calma y el esparcimiento están a solo pasos de sus hogares.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Una nueva sociedad sobre ruedas


Año 2003

El cliente llega al barrio San Diego, en busca de una bicicleta. Lo primero que hace es mirar el diseño que trae ésta. Si tiene canastillo, si es rosada en caso de las niñas, si viene con bombín incluido o si tiene productos plásticos o de metal . Finalmente preguntan el precio. Si el valor va de la mano con el diseño la compra ya es segura. En este caso se cumple el dicho: Todo entra por la vista.

Año 2010

El cliente llega al barrio San Diego, en busca de una bicicleta. Lo primero que hace es preguntar por las características que trae este nuevo medio de transporte. Si tiene elementos de plásticos, las ruedas, los resortes, las capacidades que tiene la bicicleta frente a un camino con dificultades, si los cambios son capaces de ayudar a subir cerros entre otros. Luego preguntan el precio. Si las características de la nueva adquisición son buenas, el precio pasa a segundo plano. Acompañado de la bicicleta se llevan un maletín de repuestos, para convertirse en mecánico de un segundo a otro, frente a un problema con la cadena o rueda. En este caso se observa: una nueva cultura que gira en torno a este nuevo medio de transporte.

Éste es el nuevo escenario en el barrio San Diego respecto a las bicicletas. Es cierto que con los años todo cambia, incluso en un barrio donde la venta de bicicletas ya lleva más de 40 años , formando verdaderas empresas familiares como por ejemplo los locales de Juanito Mena apodado “El Rey de las Bicicletas” y Rafael Vargas con “Bicicletas Vargas” .

El cambio de mentalidad de los consumidores va en aumento diariamente, así mismo lo siente Lisette Pino, quien además de ser la administradora del local Bicicletas Alpino ubicado en San Diego 791 es la hija del dueño de dicha empresa, José Pino, quien lleva más de 10 años en el rubro de las bicicletas en el sector. Lisette explica que las personas que llegan a su local ya no son las mismas de antes.

Debido al inicio del Transantiago, los ciudadanos decidieron dejar sus automóviles en las casas y comenzar a usar las bicicletas para llegar a su destino. “Hace dos o tres años, fue el apogeo de las bicicletas porque la gente se vio cómo colapsada con el tema de las micros entonces vinieron en masa a comprar y como que de ahí la visión de la bicicleta sólo para salir a andar de paseo, cambió del cielo a la tierra”, sostuvo Pino mientras la esperaban más de tres clientes quienes esperan cotizar un modelo.

Manuel Díaz, es uno de los participantes en este nuevo cambio en las bicicletas. Amante de éstas hace ya algunos años, no sólo la ocupa para competir cada fin de semana, sino que también hace algunos meses la adoptó como sistema de transporte en sus días de descanso.
“Con la bici ahora voy a todos lados, me simplificó la vida” relata, mientras recorre las calles de San Diego en busca de un repuesto para su compañera.

Para Manuel, su relación con la bicicleta comenzó hace cerca de dos años cuando se dio cuenta que los fines de semana era imposible ir a la feria o al supermercado en automóvil , por lo que optó a recurrir a San Diego. “Aquí encuentro todo lo que necesito para la bicicleta, desde repuestos, rayos, asientos, neumáticos, canastos para mi hija hasta adhesivos para que esta cosa se vea más bonita” dice mirando sonriente a su bicicleta.

Como ya lleva varios años inmersos en este mundo, este trabajador bancario ya conoce su bicicleta al revés y al derecho, por lo que no teme al momento de arreglarla con sus propias manos si sucede algún percance “Ahora ya no es como antes que íbamos al taller si se nos pinchaba una rueda, ahora vamos y la arreglamos nosotros mismos, creo que es ahí donde está el cambio más fuerte de esto” sostiene.

Otra de las aristas de este cambio de mentalidad de los chilenos, lo está viviendo el local en el que trabaja don Víctor Flores llamado “Importadora Agata Ltda”. Ubicado en San Diego 338 lucha día a día con las grandes empresas para mantener a flote su negocio. Si bien la venta de bicicletas va en aumento, Peña señala que la gente ya no se está llevando las bicicletas sólo por lo estético, si no que están pidiendo más calidad. “Obviamente nosotros estamos en desventaja con los otros locales, porque ellos tienen más tecnología, importan productos buenos como por ejemplo de China o México mientras que nosotros tenemos que recurrir muchas veces a los repuestos de plástico” señala mientras termina de armar una de las bicicletas más cotizadas en su local, su valor es de $ 120.500.

Victor, al igual que varios vendedores del barrio, afirma que una de las cosas que impulsó a este boom por las bicicletas por parte de los consumidores, es el problema que existe con el transporte público. Es por lo mismo que en las calles de la ciudad , ya se ve una mayor cantidad de ciudadanos que optaron por dejar sus autos en sus casas , sacar sus bicicletas para así aprovechar de hacer deporte y a la vez transportarse de manera más rápida y fácil .

domingo, 12 de septiembre de 2010

La generación detrás de “El Rey de las Bicicletas”

Patricio Mena, es un hombre en el cual la tranquilidad reina en sus movimientos. El escenario más usual para encontrarlo, es entre bicicletas y repuestos en el barrio San Diego, desde pequeño fue así. Hijo mayor del apodado Rey de las bicicletas, Juanito Mena, se ha hecho cargo desde hace algunos años del local más famoso del sector y es por eso que es reconocido como uno de los personajes emblemáticos de San Diego.

El Pato, como lo llaman sus cercanos, bordea los 35 años, aunque demuestra mucho menos. Es un amante de las bicicletas, y es por lo mismo que declara su felicidad al comentar que la familia Mena está inmiscuida por completo en este local de San Diego 911.


¿Qué es para usted el barrio San Diego?

Para mi San Diego, es uno de los mejores barrios del sector. Mi padre cuando tenía esta idea de instalar el local de bicicletas, siempre tuvo en mente este lugar porque además de que el arriendo es barato, todo esto de las bicicletas y repuestos, se mezcla con la infraestructura antigua del barrio como las iglesias y casa, entonces es muy bonito.


Como empresa llevan varios años apostados en San Diego ¿Cuál es la esencia primordial del sector según usted?

Sin duda alguna las bicicletas y los libros. San Diego, es conocido por eso. Obviamente también están los Juegos Diana, la Universidad Central, el Teatro Caupolicán y la Iglesia de los Sacramentinos, pero no están tan impregnados en las personas, como si lo estamos nosotros con el rubro de las bicicletas o libros.


“El Rey de las Bicicletas” es para muchos el ejemplo más claro de cómo una empresa puede surgir comenzando de abajo, como lo hizo su padre ¿Cuál es su sentimiento ante estas opiniones?

Primero que todo agradecer esas opiniones que tienen hacia esta empresa familiar. Mi papá comenzó hace ya más de 30 años con este comercio. Me acuerdo que primero era un local con pocas bicicletas en San Diego 850 , después se fue dando cuando que igual el sector iba subiendo en lo que ingresos se refiere , entonces empezó fabricar más bicicletas y bueno después vino la compra de este local y el arriendo de otro a pocas cuadras y todo esto con perseverancia y calidad siempre .


¿La confección de bicicletas viene de familia? ¿Le gustaba desde pequeño este mundo o fue por obligación?

Lo de las bicicletas viene de unos familiares de mi papá, ahí a él le gusto este mundo y se me metió. Después con los años, fuimos nosotros los que nos empezamos a encantar con este mundo. Ahora la mayoría sabemos las mañas de las bicicletas, arreglar las ruedas y cualquier cosa que alguien necesite y saber eso es buenísimo.


El barrio durante muchos años ha sido catalogado como peligroso. ¿Según su visión, es así?

Mira como todo barrio existe la delincuencia. Ó sea si tú andas con un notebook o mostrando un celular muy caro, es más probable que te roben, pero eso pasa en todos lados. San Diego con los años cambió y ya no es el barrio peligroso, aunque siempre hay que tener cuidado. Los que pagan el pato son los supermercados y las farmacias, ellos sí que están mal con esto.


¿Qué medida tomaron ustedes contra la delincuencia cuando ésta estaba en su apogeo?

Bueno como medida urgente, decidimos amarrar las bicicletas con cadenas porque así estos maleantes se asustan y se dan cuenta de que no es tan fácil sacarlas. Además en el local tratamos de tener siempre gente de la familia o trabajadores que están atentos por que igual tenemos productos caros. También tenemos algunas cámaras de nos cuidan.


La competencia en todo rubro es fuerte, sobre todo en un barrio donde existen varios locales dedicados a la venta de bicicletas ¿Cómo se lleva con la competencia?

Es que mira la empresa tenemos nuestros propio segmento y eso pasa con los demás locales igual. Por ejemplo nosotros nos dedicamos a la venta de bicicletas de niños y recreacionales para adultos, entonces como que cada uno se respeta. No tenemos mayores problemas.


Pero es claro que existe una competencia clara que para ustedes es Bicicletas Vargas. ¿Existe relación con ellos?

Bueno (silencio), Rafael Vargas es mi padrino.


¿Entonces, por ser casi familia, la competencia es sana entre los dos?

La verdad es que yo no conozco mucho a mi padrino (risas), pero no hay una mala relación. Con los que mayor comunicación que tengo, es con los hijos del segundo matrimonio de mi padrino incluso trabajo con ellos. También a la hija del primer matrimonio le arrendamos un local que tenemos para que ella trabaje.

domingo, 29 de agosto de 2010

Levantando cabeza

Ya han pasado seis meses de ese 27 de febrero y en las calles del barrio San Diego no quedan muchos rastros de esa fatídica noche, a lo más una que otra pequeña grieta en los algunos locales y casas. Pero toda esta descripción es la visión exterior de las cosas, porque por dentro todo da un giro radical, especialmente en los sentimientos de las personas que viven en el barrio.

Responsabilidades en cuerpo pequeño


“Trato de aparentar frente a mis papás que no tengo miedo”. Este es el relato que tiene el pequeño de 13 años, Sergio Sandoval, cuando le preguntan por el terremoto. Al relatar los detalles de esa noche lo hace con voz fuerte y con una tranquilidad que impacta, pero en sus ojos y movimientos de manos se puede apreciar todo lo contrario. “Mi mamá me había hablado antes de los terremotos, pero nunca pensamos que vendría uno, imagínate yo que vivo en el séptimo piso de un edificio que igual es antiguo, fue lo peor”, dice recordando.

Si bien, en su pequeño departamento ubicado en Nataniel Cox con Santiago quedaron algunas grietas, especialmente en su pieza, la cual la más grande atraviesa la pared que da hacia la calle, la familia ha tratado de volver a la calma luego del estado de nerviosismo que trajo el terremoto y han implementado nuevas reglas en lo que respecta a la seguridad familiar. Ejemplo de ello es que debido al gran movimiento, las puertas de las habitaciones se trancaron, los padres decidieron que nunca más las puertas se cerrarán, y eso el pequeño Sergio lo agradece, puesto que uno de sus mayores miedos al momento del sismo fue no poder salir de su pieza.

Otro de las medidas impuestas en la casa de los Sandoval - Cerda, es tener a un costado de la puerta de la entrada, una maleta con ropa de abrigo para todos los integrantes de la familia, para así arrancar ante cualquier emergencia que lo amerite. De esta nueva prevención estuvo a cargo la mamá de Sergio, quien según las propias declaraciones del pequeño fue quien perdió la razón totalmente esa noche y es por lo mismo que él no puede demostrar el miedo que tiene, puesto que se siente una responsabilidad que es ilógica a su edad, “Cuando no está mi papá, yo soy el hombre de la casa, así que debo cuidar a mi mamá y a mis hermanos”, concluyó con total orgullo.


Los verdaderos problemas de la columna vertebral


Caminando por las calles de San Diego y sus alrededores, donde las edificaciones nuevas son pan de cada día, llama la atención uno de los edificios más altos del sector constituido por alrededor de 22 pisos. Se trata del Condominio Oasis ubicado en Pedro Lagos con San Diego, que fue construido a fines del año 2009 y a la fecha cuenta con cuatro familias que ya habitan sus hogares. La inmobiliaria Mitras Copr la cual está a cargo, declara que ya cuentan con todos los departamentos vendidos y aseguran que los compradores no tienen miedo por vivir en departamento si viene otro terremoto. A la vez confirman que semanas después del sismo debido a la baja de precio de las viviendas, las personas llegaron en masa a comprar los pocos departamentos que quedaban , algo que no es raro si se piensa que el barrio San Diego es uno de los más cotizados en lo que a mundo inmobiliario se refiere en esta época .

Según sus fuentes cercanas a la empresa constructora, el edificio resistió muy bien y solo sufrió daños superficiales como grietas y quebraduras de vidrios, pero esto se aleja un poco de la realidad que se ve al visitar in situ el lugar. En la parte trasera del edificio se encuentran instaladas, en varios departamentos de los pisos inferiores, las llamadas, en el mundo de la construcción, Alzaprimas. Estas, son tubos delgados de forma circular que sirven para moldear y sustentar la loza del edificio en caso que tengan problemas estructurales y necesiten arreglo. En cada marco de ventana de los departamentos afectados se puede observar por lo menos cinco a siete de estas barras, algo que no es menor.

El Constructor Civil, Waldo Lobos, confirma que estas Alzaprimas no deberían estar en ese lugar si existen habitantes en el edificio, porque esto quiere decir que la construcción sí tiene daños serios, puesto que estas herramientas son para sostener y cargar con todo el peso de una edificación que ha sufrido problemas. Por lo mismo que aconseja que lo más viable es abandonar el lugar hasta que se solucione el problema estructural, ya que en caso, de que se produzca otro sismo de gran intensidad, es probable que parte del Condominio Oasis sufra daños más graves aún.

Pero el miedo por otro terremoto no ha sido impedimento para que las personas elijan los departamentos como su hogar, así mismo lo da a conocer Jorge Carrasco, encargado de la recepción de compradores en el edificio. “La gente ya no tiene susto o mejor dicho eso aparentan, por que después de preguntar el precio de los departamentos, la mayoría me pregunta, para callado, si al edificio le pasó algo para el terremoto” relata, con sonrisa picara.

A varios meses del terremoto este es el escenario que enfrenta en barrio San Diego .Las construcciones y las familias juntas de las mano, a base de esfuerzo y trabajo buscan dejar atrás esa fatídica noche. Sin duda las secuelas que han perdurado durante este tiempo no se irán tan fáciles, pero al pasar los días estos se disimularan mejor, como hasta ahora.

jueves, 19 de agosto de 2010

Un recorrido por San Diego

Juan y su esposa, viajaron desde su natal Perú para intentar lograr un equilibrio económico en sus vidas, este hecho fue hace tres años. La venta de jugos de pomelo y naranja a $ 500 el vaso pequeño son lo suyo todo esto en un pequeño carro de supermercado. Según sus propios dichos eligieron este sector por la tranquilidad que les brinda y además que no existe la vigilancia de forma excesiva de parte de los Carabineros. Aunque sus gestos indiquen todo lo contrario. Cada cinco minutos la señora de Pedro se levanta de su asiento y camina para ver si alguna patrulla se acerca al lugar de ventas. Con turnos de mañana y tarde, esta pareja que mensualmente no supera el sueldo mínimo tratan alimentar a sus pequeños hijos.

Este es uno de los testimonios de uno de los extranjeros que han hecho del barrio San Diego su casa. El bajo precio de los locales y la tranquilidad que existe son algunas de las razones principales, sobre todo esta ultima.

Según los propios vecinos, la delincuencia en el sector ha disminuido considerablemente y es por lo mismo no que entienden el motivo por el cual la ciudadanía todavía cataloga al barrio como un lugar poco seguro. La calma, es uno de los invitados de honor en la vida diaria de las personas que visitan San Diego, conllevando que ya no es esa el barrio de antaño en el cual se caminaba con desconfianza por la calle por miedo a ser asaltado, es por eso que los locatarios piden a gritos un cambio de imagen para el sector.
Con cerca de treinta cuadras que constituyen el barrio, a través de los años se ha convertido en un lugar completamente comercial. La computación, las bicicletas y los libros son la especialidad del sector, siendo este ultimo los productos más buscados por todo tipo de personas, como por ejemplo el Ex –Presidente Augusto Pinochet en los años 80, cuando visitó la librería “La Oportunidad“la que sagradamente era atendida por Juan Saadé y así poder alimentarse de ejemplares para aumentar con esto su biblioteca privada.

Uno de los sitios especializados en el asunto de libros son los locales de la plaza Carlos Pezoa Veliz ubicados a un costado de los juegos Dianas. De pequeños tamaños y pintados de color verde, estos puestos son los indicados para encontrar todo tipo de literatura, ya llevan más de 30 años y afirman unánimemente que el barrio San Diego es uno de los mejores del sector y es por lo mismo que ya se sienten una familia. La mayoría de los vendedores de estos 38 locales tienen pasan la barrera de los 50 años. “Estos locales van de generación en generación, es por lo mismo que mis mejores amigas están en este lugar “afirma con tranquilidad mientras se toma un café, Maria Teresa Labbé del local 2.
Otro comercio que se siente tranquilo en el barrio al igual que los extranjeros y librerías son los vendedores de bicicletas. Tomando varias cuadras del sector, los locales hacen su mayor esfuerzo, en esmerarse por tener los mejores productos para el comprador.

En esta loca carrera por captar público, hay empresas que van un poco mas adelante que sus pares. Se trata de “El rey de las bicicletas “de Juanito Mena. Ubicado en San Diego 911, este es local se lleva la gran mayoría de los consumidores que recorre San Diego en busca de bicicletas. Ocupando dos locales en los cuales el ambiente es más parecido a un taller de bicicletas, el clan Mena se dedican a la venta y fabricación de bicicletas para niños y adultos, siendo los pioneros en la armaduria de este medio de transporte. Al igual que los libros, la industria de las bicicletas se ha transformado en una comunidad, pero esto no quiere decir que no exista la competencia, en el caso de Juanito Mena su rivalidad directa es con “Bicicletas Vargas ", la cual se ubica a solo media cuadra del local.

Uno de los hijos de Mena, sentencia que el barrio es uno de los mejores sectores para instalar un negocio. “A pesar de la dura competencia que existe entre nosotros, este es sin duda el mejor barrio. La delincuencia ha disminuido mucho y los clientes han vuelto con todo en busca de nuestros productos ”